Como consecuencia del COVID-19 la Arquitectura y el Diseño como lo conocemos sufrirán cambios desde:
En este artículo hablaremos sobre cómo algunas pandemias del pasado han cambiado el diseño y la arquitectura y mencionaremos algunos posibles cambios post COVID-19.
Con el aumento de la población en zonas urbanas en el siglo XIX, las condiciones precarias de las ciudades se volvieron comunes. Un estudio realizado por Edwin Chadwick en Londres, entre 1838 y 1842, documentó que la edad promedio de muerte de la nobleza era de 36 años; de los comerciantes, 22 años; y de los trabajadores, solo 16 años. Tendencia, que para la época, se replicaba en ciudades como Nueva York en consecuencia de brotes de Cólera y Viruela.
Baño de la época victoriana amueblado en madera, alfombras y muebles tapizados. Siglo XIX.
Bomba de agua al aire libre y baños en Nueva York en el siglo XIX, Crédito: Biblioteca Pública de Nueva York
Para remediar la situación, Chadwick propuso la “idea sanitaria” (posteriormente conocida como el Movimiento de Reformas Sanitarias), que inició en Londres y se expandió por todo Europa hasta llegar a América. Esta recomendaba mejorar los sistemas de alcantarillados, reemplazar los revestimientos, entre otros. Pero sus ideas no fueron implementadas hasta décadas más tarde.
Años después, en 1854, Londres se vio afectada por la epidemia de Cólera. Lo que causó la muerte de 616 personas, y siendo la tercera vez que la enfermedad devastaba las sucias calles de Londres en el siglo XIX (brotes anteriores en 1832 y 1849 cobraron 14,000 vidas). Durante esta época el renombrado Dr. John Snow (no debe confundirse con Jon Snow de Game of Thrones) creía que la enfermedad era propagada a través de las bacterias en el agua, yendo en contra de la creencia generalizada que se trataba de una propagación por aire. Una teoría que propuso por primera vez en el brote de 1849.
La teoría del Dr. John Snow sobre el brote de cólera tardó más de una década en ganar tracción, a pesar de trabajos tan satíricos como el de Punch en 1858 (Hulton Archive / Getty Images)
A pesar de la gravedad del brote, el gobierno se negaba a aceptar que la causa de la enfermedad podía ser la fuente de agua de Broad Street, manteniendola activa a pesar del incremento de los casos.
No fue sino hasta la década de 1860 que el trabajo de Dr. Snow ganó más fuerza y el gobierno decidió implementar medidas al respecto, salvando innumerables vidas al generar cambios importantes en la infraestructura del sistema de tuberías y alcantarillado en Londres, y en consecuencia, en otros países.
Joseph Bazalgette (arriba a la derecha). Alcantarilla del desagüe en construcción debajo de la estación de bombeo Abbey Mills. Londres. Fotografía: Otto Herschan / Getty
Desde hace siglos hemos alterado nuestros espacios para mejorar la sanidad y prevenir la propagación de enfermedades. La arquitectura, las infraestructuras y el diseño como lo conocemos han sido el fruto de innumerables epidemias. Ahora que estamos ante una pandemia que ha cobrado, hasta la fecha, alrededor de 234 mil vidas (01/05/20) en el mundo, es inevitable preguntarnos cómo será el futuro de la arquitectura.
Trabajadores durante la construcción de la alcantarilla de desagüe del norte que desemboca en el río Lea en 1862. Fotografía: Otto Herschan / Getty
Hoy en día, cuando todos estamos en casa aislados o distanciados socialmente, las escuelas han cerrado, las oficinas están vacías y nuestras ciudades desoladas, vienen preguntas como qué impacto tendrá el COVID-19 en el futuro de la arquitectura y el diseño de nuestras ciudades o viviendas. ¿Tendremos calles más amplias para mantener el distanciamiento? ¿Crearemos nuevos materiales para evitar la propagación de pandemias? ¿Nuestros hogares serán diseñados de forma diferente? ¿Querremos vivir en ciudades super pobladas?
Los estacionamientos públicos están cerrados para disuadir a las personas de viajar innecesariamente a espacios públicos durante el cierre de COVID-19 en el Reino Unido. Dan Burton / Unsplash
Como señala David Dewane, de la firma de Chicago Barker/Nestor: «los arquitectos a menudo nos inspiramos para proponer ideas nuevas en los momentos en los que no tenemos nada más que hacer».
Luego de varias entrevistas a destacados arquitectos y diseñadores de diversos países, se presume que los cambios más importantes luego del COVID-19 serán:
Una de las preguntas más importantes que enfrentan los arquitectos y planificadores urbanos surge de la tensión entre la densificación de ciudades, considerado esencial para mejorar la sostenibilidad ambiental, y la desagregación: separar a las poblaciones como herramienta clave para evitar brotes, de infecciones o virus, como el de COVID-19. Creando un conflicto entre las demandas competitivas de la salud pública y el clima.
Al mencionar la sostenibilidad ambiental, se hace referencia a que: las ciudades más densas son más eficientes energéticamente, pero no podemos olvidar otros factores como la movilidad y su impacto en la contaminación ambiental. Como señala la Arq. Caterina de la Portilla, quien se dedica al ejercicio de la arquitectura en España y Estados Unidos, así como a la mentoría de arquitectos: “el mayor reto que se nos presenta en el diseño y desarrollo de las ciudades hoy tiene que ver con la movilidad: hasta ahora, enorme productor de ruido, contaminación, estrés y barreras. Ya hemos empezado a experimentar con ejemplos de “micromovilidad” más o menos efectivos, pero si algo nos está dejando la crisis del Covid-19 es la experiencia del cambio real”.
De la Portilla además considera irrefutable que las ciudades deben transformar sus sistemas de movilidad para detener un cáncer que lleva ya mucho tiempo expandiéndose, y deben hacerlo con agilidad y propuestas innovadoras que faciliten la vida de los ciudadanos.
World Trade Center lower Manhattan, New York, Marzo 27, 2020. REUTERS/Mike Segar
Reducir los tiempos de traslado en las metrópolis significaría menos aglomeraciones en estaciones de transporte público a horas específicas, reducciones en el tráfico y, en consecuencia, disminución de la contaminación sonora.
Algunas de las estrategias propuestas para reducir los tiempos de traslado se basan en las descentralización de las fuentes de empleo, creando oportunidades de trabajo en áreas que usualmente se consideran “áreas dormitorio” o suburbios puede generar grandes cambios y potenciar el crecimiento adecuado de las principales ciudades del mundo.
Grand Central Terminal, New York, United States. Victor Rodriguez / Usplash
Expertos consideran que en el futuro presentará un enfoque “neutral” en el que el diseño de los edificios y los espacios urbanos se pensaran de forma más amplia, permitiendo la socialización sin ser “sardinas enlatadas” en bares, restaurantes, espacios recreativos y otros espacios urbanos, aunque, considerando el costo de terrenos en ciudades superpobladas como Nueva York, el éxito de estas nuevas ideas dependerá también de reformas económicas significativas que incentiven la construcción responsable.
Desde la forma en la que trabajamos hasta donde trabajamos se verán afectados luego del levantamiento de las ordenes de distanciamiento social. “Esto nos hizo entender que en algunos casos es posible trabajar en unión y colaboración sin contar con un puesto fijo de trabajo y amplias instalaciones” señala Angélica Mosqueda, Diseñadora de Interiores, especializada en el desarrollo y ejecución de proyectos residenciales y comerciales en Panamá. Muchas empresas han adoptado el teletrabajo como nueva norma, ahorrando gastos de infraestructura, electricidad, transporte, entre otros.
De la Portilla asegura que “los espacios de colectividad o multitudes (incluyendo los espacios de oficina) vivirán una nueva era por varios motivos: por un lado, durante el período de confinamiento estamos experimentando nuevas rutinas y dinámicas que mantendrán su inercia una vez pasado el estado de alarma, y por otro, en ese nuevo ecosistema de medidas preventivas que encontraremos tendremos que lidiar con condicionantes que continuarán reformando todos los ámbitos de nuestra vida.”
Proxyclick Visitor Management System / Usplash
Además, sugiere que “aquellas empresas que puedan reducir su infraestructura física por el tipo de servicios que ofrecen, tienen una gran oportunidad para convertirse en empresas más productivas, más rentables y atractivas. Al reducir la infraestructura física no sólo se reducen automáticamente los costes fijos, sino que también se incrementa el rendimiento de los trabajadores que “dejan de calentar la silla” y se mantienen / atraen los mejores talentos por ofrecer formatos de trabajo más atractivos y contemporáneos, como es el remoto. Y si esto se diera, tendríamos otro maravilloso e interesante reto por delante: ¿qué pasará con toda esa superficie restante que ha dejado de ser ocupada por oficinas?”
Sin embargo, no todos los trabajos se pueden realizar de forma remota y para estos, es fundamental cuestionar las formas actuales, ¿nuestras oficinas están bien ventiladas? ¿Los Open Space o coworking son la forma de trabajo más ideal? Tener puestos de trabajo rotativos ya no se trata únicamente de “comodidad”, a partir de ahora será importante poder desinfectar superficies de forma regular para evitar futuros contagios ya el 80% de las enfermedades infecciosas son transmitidas al tocar superficies contaminadas. El futuro se proyecta “manos libres”.
Evolución del tamaño de las superficies de escritorio en las últimas décadas / DesignerLander
El tamaño de los espacios de trabajo también va a tender a modificarse para evitar hacinamientos, tomemos en tamaño de un escritorio promedio, por ejemplo, con los años se ha reducido en tamaño, de 1.8m a 1.6m, 1.4m o menos. Posterior al COVID-19 seremos testigos de nuevas tendencias, las personas no querrán estar tan cerca unos de otros y, por ende, el mobiliario deberá adaptarse a estas necesidades.
Expertos en la materia prevén nuevas normativas para los espacios mínimos requeridos para espacios de trabajo, así como cambios en las capacidades máximas de elevadores, pasillos y otros espacios de tránsito en aras de minimizar el hacinamiento.
Bee’ah en EAU by Zaha Hadid Arquitectos
En una entrevista publicada recientemente por The Guardian, Arjun Kaicker, quien dirigió el equipo de Foster and Partners durante una década, influyendo en las gigantescas nuevas sedes de Apple y Bloomberg, asegura que su equipo ya está trabajando en oficinas futuristas que emplean lo que él cree que podría ser la norma post coronavirus. La nueva sede de la compañía de gestión de residuos Bee’ah en los Emiratos Arabes Unidos, diseñada por Zaha Hadid Arquitectos se ha pensado en torno a «vías sin contacto», lo que significa que los empleados rara vez tendrán que tocar una superficie para navegar por el edificio. Se puede llamar a los ascensores desde un teléfono inteligente, evitando la necesidad de presionar un botón tanto afuera como en el interior del mismo, mientras que las puertas de la oficina se abrirán automáticamente usando sensores de movimiento y reconocimiento facial.
Como indica Caterina ¿Quién no habría deseado tener una cocina más amplia? ¿Un salón más agradable? ¿Un comedor más alegre y luminoso? ¿Un dormitorio más íntimo? ¿Un baño más cálido y espacioso? ¿Un pasillo menos pasillo? ¿Unas instalaciones de mejor calidad? ¿Unas carpinterías más herméticas? ¿Unos armarios más generosos? ¿Unos muebles más cómodos? Lo que apreciamos en esta cuarentena no es tanto la cuestión utilitaria, sino el mundo de las sutilezas, las sensaciones y el confort.
La forma en la que vivimos y nuestras dinámicas en el hogar se vieron radicalmente modificadas, al forzarnos a estar en casa hemos comenzado a notar todas esas cosas que no van tan bien y que desearíamos haber modificado a tiempo.
Milan, Italia. Marzo 15. REUTERS/Daniele Mascolo
“El diseño afecta radicalmente la actitud de las personas. Un ambiente bien diseñado con buena iluminación, buena selección de colores y materiales, con muebles cómodos, bonitos, agradables y una distribución coherente, hacen más tolerable una crisis como está” asegura Mosqueda. Si consideramos los principios de la psicología ambiental, un espacio armónico genera respuestas positivas en el cerebro. Así que una lección para el futuro sería:
Invierte en los espacios en los que habitas, en mobiliario cómodo, en decoraciones agradables. En un mundo tan ajetreado en el que las casas son más hoteles que hogares, dejamos pasar el diseño de nuestro hábitat.
El consejo anterior se refiere a cambios a pequeña escala. Sin embargo, hay quienes están considerando modificaciones un poco más radicales. Los apartamentos o complejos de edificios han perdido el atractivo en los últimos meses, muchas parejas jóvenes están en búsqueda de casas, con patios o jardines.
Roma, Italia, Marzo 13. REUTERS/Yara Nardi.
Consultamos con cientos de agentes de bienes raíces en las principales ciudades de Latinoamérica para este artículo, el 89% asegura que habrá un incremento en el alquiler y venta de viviendas y una reducción significativa en la compra de apartamentos en los próximos años. Y para aquellos interesados en apartamentos, el balcón o terraza será un factor diferenciador. “La existencia de balcones o ventanales que permitan más entrada de ventilación y luz natural es otro factor que se le había dado poca importancia, sobre todo si no están bien orientados para que funcionen adecuadamente y aclimaten de manera pasiva. En consecuencia, los ambientes no son los más frescos o aptos para trabajar, y las personas tienen que utilizar aires acondicionados o iluminación artificial para tratar de adecuar sus espacios”. Concluye el Arquitecto Luis de La Cruz, dedicado a la construcción e intervención de espacios con su firma Lmentos Arquitectos.
La necesidad de utilizar ventilación e iluminación artificial, trae como consecuencia el aumento de los recibos de servicios, lo cual puede llegar a ser perjudicial en momentos de incertidumbre laboral como estos.
Seoul, South Korea, Alexandre Chambon / Unsplash.
Entonces, ¿Cómo preparar nuestros hogares para futuras pandemias?
Nota del autor: antes de esta pandemia los gobiernos no dieron suficiente importancia al presupuesto de los sistemas de salud, en consecuencia, las naciones NO estaban preparadas para una pandemia de esta magnitud como lo anunció la OMS en septiembre de 2019. La responsabilidad, a partir de ahora, está en manos de todos, no solo de los gobiernos. Como profesionales del diseño y la arquitectura debemos velar por la seguridad de los usuarios de nuestros espacios. Pensar en posibles fuentes de contagio debe ser una consideración en el proceso creativo a partir de ahora.
¿Qué puedes hacer al respecto? Infórmate, lee sobre el uso de nuevos materiales, nuevas tecnologías, estrategias de desinfección, espacios adaptables tanto en viviendas como en oficinas o espacios de recreación.
En nuestras manos está la posibilidad de diseñar un mejor futuro.
“El Diseño crea cultura. La Cultura moldea valores. Los valores determinan el futuro.” – Robert L. Peters